A través de la digestión anaeróbica de alimentos y residuos orgánicos en un sistema cerrado se producen fertilizantes (también conocidos como digestatos) y energía, este sistema cerrado evita al mismo tiempo la emisión de gases de efecto invernadero y minimiza las pérdidas de nutrientes como nitrógeno (N) y potasio (K). Además, el producto final tiene un contenido fertilizante nitrogenado superior al compost obtenido a través de la misma cantidad de residuos.
El Reglamento (CE) núm. 889/2008 de la UE autoriza el uso de diversos digestatos para la producción ecológica, tales como: excrementos líquidos de animales tras una fermentación controlada, mezcla fermentada de residuos domésticos, mezcla fermentada de materia vegetal, digestión de biogás que contiene subproductos animales co-digeridos con material de origen vegetal o animal.
En el marco del proyecto RELACS, hemos elaborado esta guía de recomendaciones prácticas, donde te ofrecemos algunos consejos prácticos para la administración de digestatos en los cultivos ecológicos, su almacenamientos y cuidados a tener en cuenta.
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Este proyecto ha recibido fondos del Programa para la investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del Acuerdo de Subvención Nº 773431.