EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE SISTEMAS DE MANEJO DE OLIVARES Y CONVENCIONALES EN LOS PEDROCHES

El presente trabajo lleva a cabo una investigación de los sistemas de manejo que se aplican en las explotaciones de olivar en la sierra de la comarca de Los Pedroches, en el norte de la provincia de Córdoba. A grandes rasgos se nos presenta un olivar de baja producción, situado en una zona de elevadas pendientes, con suelos de escasa profundidad, pero con un elevado interés desde el punto de vista medioambiental, y sin poder obviar las implicaciones tanto económicas como sociales con que cuentan en la comarca. El conjunto de las explotaciones se encuentra integrado en la cooperativa Olivarera Los Pedroches S.C.A., existiendo dos tipos de cultivo del olivar, el ecológico y el convencional.

El principal objetivo del trabajo es realizar un análisis comparativo de la sustentabilidad entre los agroecosistemas de olivar ecológico y convencional, abarcando sus aspectos sociales, económicos y ambientales. Para ello se llevará a cano el estudio de los sistemas de manejo empleados, profundizándose así en su conocimiento y obteniéndose pros y contras de ambos sistemas de cultivo.

La metodología utilizada para evaluar la sustentabilidad ha sido la propuesta por Masera, Astier y López-Ridaura (1999), el Marco de Evaluación de Sistemas de Manejo incorporando Indicadores de Sustentabilidad (MESMIS). Mediante dicha metodología seguimos un camino que nos ha llevado de lo abstracto a lo concreto, para finalmente obtener los valores de evaluación, mediante los cuales se realiza el análisis comparativo entre las diferentes explotaciones. A continuación se presenta el diagrama que ha servido como hilo conductor del trabajo:

 

      Atributo                    Criterio de                                  Indicador                  Valor de

(Puntos críticos) —–  diagnóstico —–    Indicador —–          específico  —–      evaluación.

 

Han sido seleccionados unos atributos, criterios de diagnóstico e indicadores que permitan obtener una visión adecuada de los agroecosistemas en sus tres vertientes: económica, social y ambiental.

 

Criterios de diagnóstico e indicadores de sustentabilidad en el sistema olivar.

ATRIBUTOS

CRITERISO DIAGNÓTICOS

INDICADORES

Productividad

Productividad media

 

Rentabilidad

Calidad del producto

Kg. aceitunas/oliva; Kg. aceituna/ Ha

Rendimiento; Kg. aceite/Ha

Análisis de Rentabilidad; Beneficio (€/Ha año)

Estudio de calidad

Estabilidad

Diversidad biológica

 

Fragilidad del sistema

 

Diversidad económica

 

Vulnerabilidad económica

Aproximación a la biodiversidad de la

flora vascular de los olivares del estudio.

Incidencia de plagas y enfermedades

(evolución temporal)

Diversificación de mercados

Diversificación de ingresos

Estabilidad de precios al producto

Resilencia

Potencial de regeneración

 

Conservación de recursos

Postura del propietario; Presencia de monte;

Análisis del regenerado (plantas/Ha)

Análisis de procesos erosivos.

Equidad

Generación de empleo

Distribución de riqueza

Distribución de beneficios

Inmigración

Jornales/Ha año

Relación Jornales (€)/ Beneficios (€)

(%) Porcentaje al productor

Autonomía

Autosuficiencia

(Grado de dependencia externa)

Vulnerabilidad social

Autogestión

Organización

Insumos físicos externos (€)/ Beneficios (€)

 

Trabajo propio no remunerado (%)

CAAE; Cooperativa; Legislación del sector

Nivel organizativo; Estado de ánimo

 

Dadas las características particulares del trabajo que nos ocupa (evaluación de explotaciones concretas que quedan integradas en una organización superior como es la cooperativa), se nos presentan dos tipos de criterios de diagnósticos que evalúan los dos niveles de investigación, es decir, definiremos criterios de diagnóstico e indicadores para evaluar la sustentabilidad a escala cooperativa y de explotación, para posteriormente llevar a cabo la integración de estos dos niveles para la comparación de sistemas y obtención de resultados.

Para la obtención de los valores de evaluación de los diferentes criterios de diagnóstico se han aplicado unas metodologías específicas en cada uno de dichos criterios e indicadores.

Tras llevar a cano la evaluación de cada criterio de diagnóstico de forma individual, se realiza la integración de los valores de sustentabilidad de cada una de las explotaciones para obtener una visión comparativa global de cada uno de los sistemas de manejo que se han estudiado. Se lleva a cabo entonces el análisis comparativo entre las explotaciones y por derivación de los dos diferentes sistemas de producción.

 

EVALUACIÓN DE SUTENTABILIDAD DEL SISTEMA OLIVAR.

 

Valores de evaluación

CRITERIOS DE DIAGNOSTICO

Ecológicos

Convencionales

Caso 1

Caso 2

Caso 3

Caso 4

Caso 5

Productividad media

51.2

42.9

75.5

81.5

75.1

Rentabilidad

78.4

34.9

86.6

57.5

73.6

Calidad del producto

78.3

78.3

77.00

72.9

72.9

Evaluación de plagas y enfermedades

64.2

64.2

64.2

35.2

35.2

Diversificación de mercados

45.4

45.4

76.9

45.6

45.6

Diversificación de ingresos

60.00

80.0

80.0

40.0

40.0

Estabilidad de precios al productor

59.0

59.0

94.8

30.5

30.5

Potencial e regeneración

85.7

941.0

48.6

10.0

0.0

Análisis de procesos erosivos

73.5

59.0

57.5

57.5

32.5

Generación de empleo

41.4

47.4

59.6

51.3

50.7

Distribución de empleo

59.3

51.2

38.9

82.1

17.9

Distribución de beneficios

89.0

89.0

100.0

86.6

86.6

Autosuficiencia

97.4

15.9

84.8

59.5

41.7

Vulnerabilidad social

0.0

53.8

28.3

0.0

81.9

Autogestión

40.0

20.0

40.0

80.0

80.0

Organización

75.0

75.0

80.0

90.0

90.0

 

En una primera impresión, con la comparación de la productividad media, pudiera parecer que los sistemas de explotación convencional se sitúan en niveles superiores de producción, aunque observando el valor alcanzado por el caso 3 se comprueba que con un adecuado manejo, los sistemas ecológicos pueden obtener producciones medias similares a los convencionales.

En lo referente a la rentabilidad es digno de señalar como el caso 1, que obtenía uno de los valores más bajos en cuanto a producción media, adopta uno de los valores más elevados de rentabilidad, situándose muy por encima de los sistemas convencionales.

En cuanto a calidad, los dos tipos de producto, ecológico y convencional, se encuentran en valores similares, siendo la calidad del producto ecológico ligeramente superior. Este ha sido un hecho que se ha constatado de manera general a lo largo de las diferentes campañas, no sólo con los datos expuestos en el presente trabajo, enfocándose el sector ecológico a productos de calidad, en lugar de buscar la cantidad de los mismos.

Se ha realizado un breve estudio de la flora vascular presente en los olivares, mostrándose la elevada riqueza de la misma, siendo ejemplo de ello la identificación de 174 especies diferentes en una misma explotación.

Por lo que se refiere a la evolución de la incidencia de plagas y enfermedades, los resultados obtenidos, y atendiendo a ala metodología de evaluación aplicada (longitudinal-referencia a escala temporal), podemos afirmar que el aumento gradual de la superficie en cultivo ecológico no ha conllevado un mayor grado de ataque de los principales insectos u hongos que afectan a los olivares, todo lo contrario y a falta del estudio de otros factores, los niveles de ataque han sufrido una disminución conforme la superficie en producción ecológica aumentaba en relación a la convencional.

Del análisis de la diversificación de mercados no se extraen diferencias a nivel de criterio de diagnóstico entre las explotaciones ecológicas y convencionales que integran la cooperativa Olipe S.C.A., pero si profundizamos a nivel de indicadores específicos los dos sistemas cuentan con sustanciales diferencia. Por un lado el sistema convencional cuenta con un muy elevado porcentaje del producto que es comercializado de forma envasada, mientras el ecológico es comercializado a granel casi en su totalidad. Por el contrario el producto ecológico cuenta con un mercado en franca expansión prueba de ello es que el incremento medio en el número de clientes es muy superior al que presenta el producto convencional.

La existencia de un mayor número de alternativas posible de fuentes de ingresos en los sistemas de producción ecológica otorgan una mayor sustentabilidad a estos sistemas de explotación frente a los convencionales, reflejándose en una mayor diversificación de los ingresos, posibilitando incluso a los sistemas ecológico de vías de ingresos independientes de la producción anual, con la enorme disminución del riesgo que para las explotaciones de carácter agrícola ello conlleva.

En cuanto a estabilidad de precios al productor el sistema ecológico se coloca claramente en niveles muy superiores de sustentabilidad respecto al convencional, tanto las explotaciones de la cooperativa Olipe S.C.A.- como aún de forma más acusada el caso 3. Ello es debido tanto al mayor precio que obtiene el olivicultor ecológico por su producto como por la menor variabilidad del mismo.

Es muy significativo que sea la evaluación del potenciadle regeneración donde se alcanzan los máximos diferenciales de sustentabilidad entre explotaciones ecológica y convencionales, precisamente un criterio de diagnóstico en el que sus indicadores específicos no vienen determinados por el carácter ecológico o convencional, sino por el modelo de gestión que implanta su propietario. Prácticamente los mismos resultados son los extraídos con la comparación de los valores obtenidos por los diferentes casos en el análisis de los procesos erosivos, no siendo en este criterio tan acusados los diferenciales entre fincas ecológicos y convencionales, pero de nuevo manteniéndose las explotaciones ecológicas en niveles superiores de sustentabilidad.

Con respecto a la generación de empleo no se pueden establecer diferencias significativas entre explotaciones convencionales y ecológicas, ya que de nuevo el trabajo requerido en cada explotación es función del manejo diseñado por su propietario y/o gestor y los valores que adopta el criterio en estudio no vienen restringidos por la condición de ecológica o convencional que presente la explotación en cuestión. Muestra de la indiferenciación que respecto a este criterio presentan fincas ecológicas y convencionales es que tanto el máximo como el mínimo valor de sustentabilidad son adoptados por fincas ecológicas.

De nuevo la distribución de riqueza se ve en mayor grado supeditada al modelo de manejo impuesto por el propietario que al sistema de producción ecológico o convencional y en concreto al origen de la mano de obra (contratado o trabajo propio no remunerado).

En la distribución de beneficios (% del precio medio de venta del aceite que obtiene el productor) se observa que la mayor diferencia de sustentabilidad se establece entre el caso 3 (ecológico) que comercializa y vende su aceite y las explotaciones convencionales integradas en la cooperativa Olipe S.C.A. Por su parte no existen grandes diferencias entre las fincas ecológicas y convencionales pertenecientes a dicha cooperativa.

Respecto a la autosuficiencia (grado de dependencia de insumos físicos) se puede comprobar como es el caso 1 la explotación que presenta una mayor autonomía debido fundamentalmente al manejo tradicional que se lleva a cabo, sin insumos artificiales, más que por tratarse de una finca ecológica.

Nuevamente hay que señalar que la vulnerabilidad social (grado de dependencia de mano de obra) es un criterio de diagnóstico en el que las diferencias entre explotaciones se establecen por condicionantes que no tienen que ver con que el sistema de producción sea ecológico o convencional. De esta forma el caso 1 (ecológico) y el caso 4 (convencional) presentan una dependencia extrema en cuanto a mano de obra, puesto que todas las faenas se realizan con trabajo contratado.

Mediante la autogestión valoramos la libertad con que cuenta el propietario de la explotación para aplicar el manejo que desee. En este criterio de diagnóstico son las explotaciones convencionales las que adoptan los valores más elevados de sustentabilidad, pues a medida que se solicitan subvenciones (a la práctica de la agricultura ecológica y/o a cultivos leñosos en pendientes) los propietarios ven más restringido o condicionado el sistema de manejo que puede aplicar.

Aunque el nivel general de organización de todas las explotaciones, tanto ecológicas como convencionales, es muy elevado, las mayores cotas de sustentabilidad en este criterio son alcanzadas por las explotaciones convencionales. Este hecho viene originado no por una mala organización de las explotaciones ecológicas, sino por la menor necesidad de llevar a cabo gestiones burocráticas por parte de las explotaciones convencionales.

 

En resumen, se puede afirmar que, o bien ambos sistemas de producción se posicionan en el mismo umbral de sustentabilidad sin se posible discriminar qué sistema es más sustentable, debido a que las diferencias son motivadas por factores ajenos al sistema de producción ecológico o convencional, o que ambos adoptan similares valores, y en el caso de existir diferencias significativas los mayores niveles de sustentabilidad son alcanzados por las fincas ecológicas.

 

Como importante conclusión se puede extraer que el olivar de la sierra no se constituye como único medio de vida o soporte económico para una familia, es decir, no se puede vivir únicamente del olivar, pero por otra parte se ha convertido en una importante fuente de ingresos adicional para muchas familias y que juega un importante papel social y cultural.

 

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