La mosca del olivo (Bactrocera oleae Gmel.) es la plaga más importante que afecta al olivar tanto por los daños directos por la pérdida de peso del fruto, como por los indirectos en cuanto a la mala calidad que produce las aceituna afectadas por su ataque. Esta merma en la calidad se hace más notable en aceites ecológicos, ya que éstos se venden como tales siempre que sean vírgenes extra, de lo contrario pierden valor adquisitivo.
En este sentido los sistemas de control de esta plaga deben de adaptarse a este tipo de agricultura. Para ello en la comarca de “Los Pedroches”, zona donde se da la mayor concentración de olivares ecológicos de Andalucía, siendo Olivarera “Los Pedroches” S.C.A la cooperativa más destacada con unas 9.000 Has, se llevan varios años, desde 1.996 hasta la actual campaña 2.000, experimentando distintos tipos de actuaciones con el fin de conseguir un objetivo marcado: el desarrollo de un sistema de control ecocompatible que mantenga las poblaciones de adultos de mosca del olivo a unos niveles bajos en los que los daños provocados en el fruto no tengan repercusión en la calidad del aceite obtenido y que su utilización en campo sea de la máxima viabilidad económica.
Estas experiencias comenzaron con los tratamientos aéreos de forma similar que en agricultura convencional, limitándose a cambiar unos productos por otros permitidos en A.E (feromonas sexuales como atrayentes y rotenona y piretrinas como insecticidas). Este sistema tras tres años de ensayos se desestimó por falta de eficacia, atendiendo sobre todo a las características de los productos empleados (al ser fotolábiles los insecticidas se degradan con facilidad teniendo escasa persistencia). Paralelamente se ensayaron los Trampeos Masivos, que debido a los resultados que se iban obteniendo nos encaminaban a pensar que este sistema era el más idóneo para alcanzar el objetivo marcado. Es por esto por lo que se ha profundizado más en el estudio de este tipo de actuación aumentando el número de ensayos y el número de trampas probadas.
A lo largo de este periodo de experimentación, se han ensayado en esta comarca varios tipos de trampas. Se comenzó por la conocida aquí, la trampa tipo Jaén, que dio óptimos resultados, pero que su excesivo coste hacía imposible su utilización generalizada. Se buscaron posibles alternativas, ensayando la trampa más desarrollada en Grecia e Italia, aquí llamada Vioryl (nombre comercial Eco-Trap), con óptimos resultados. Del mismo modo se ensayaron otros tipos, como Agrisense, de procedencia inglesa, o Elkofón de origen griego. Sin embargo la trampa que ha dado un óptimo comportamiento en campo ha sido la desarrollada en la propia comarca y conocida como trampa tipo Olipe. Esta trampa consiste en la utilización de una botella de pet de 1,5 o 2 Lts. a la que se practica unos orificios en la parte superior de 5 mm y llenada con fosfato biamónico técnico como atrayente. Los buenos resultados y la simplicidad de esta trampa que hace que tenga unos costes muy asequibles, han hecho que se generalice en toda la comarca. En esta campaña 2.000, la incorporación de feromona sexual microencapsulada a esta trampa le otorga un comportamiento completo a lo largo del periodo de incidencia de la mosca. Esto, unido a la total viabilidad económica de este sistema hace que se haya podido cumplir en gran medida el objetivo marcado.
En este trabajo se muestran todos los ensayos efectuados en cada una de las actuaciones realizadas durante estas cinco últimas campañas. En total resultan 29 ensayos, 17 de trampeos masivos, 9 de tratamientos aéreos, 2 de tratamientos terrestres y una iniciación en esta campaña 2.000 a la lucha biológica con la suelta de Opius concolor.
Junto a los ensayos, en las campañas 98, 99 y 2.000 se muestran a su vez las condiciones climáticas acontecidas durante el periodo de experimentación, ya que estas condiciones van a marcar de forma notoria el comportamiento de la mosca, y por tanto marcando el efecto de las actuaciones establecidas.
